domingo, 2 de octubre de 2011

Cuidemos las AguAs

Campaña de concientización del cuidado del Agua y de recolección de aceite doméstico usado

          Existen miles de formas de colaborar con nuestro planeta, pues son muchas las áreas en las que las prácticas irresponsables de la sociedad han creado hábitos destructivos hacia  la madre tierra. Pero en un mundo en donde la información vuela a nuestros oídos por múltiples vías, se hace cada vez más difícil hacer la vista gorda y no reflexionar en las acciones que forman parte de nuestra cotidianidad y que afectan directamente nuestro entorno.

          Uno de los hábitos destructivos más comunes en nuestra sociedad gira en torno al manejo de los desechos que producimos. Entre la invisibilización de las trayectorias de los productos de consumo y la falta de educación y conocimiento de las consecuencias de su disposición en el ciclo de uso, hemos permitido que el día a día, y el mañana, se  hundan cada vez más en un mar de basura sin orillas. Y son precisamente nuestros mares, nuestra agua, una de las bendiciones más afectadas por nuestros actos no pensados.

          La contaminación de los ríos y mares está llegando a niveles sin precedente, generando consecuencias para todos en este globo de más de 70% de agua. No sólo nos encontramos con altas estadísticas para enfermedades trasmitidas por el agua contaminada como la malaria, sino también problemas como la enfermedad de los sistemas de corales del Caribe, la acidificación de los mares, la muerte y posible extinción de especies marinas, por mencionar algunas de las devastadoras consecuencias.

          Si a esta realidad le añadimos las terribles sequías de algunas zonas generadas por el cambio climático nos encontramos con un panorama en el que el agua potable es cada vez más escaza. Las estadísticas de estudios de la ONU concluyen que “cada 15 segundos muere un niño por falta de agua potable”. El agua es un elemento vital en el planeta, es importante poder ser conscientes de cómo nuestras acciones afectan, no solo a nosotros mismos como especie, sino también a animales, plantas, ecosistema, al equilibrio mismo del planeta que nos da hogar.

Uno de los desechos de consumo que necesita ser abordado con urgencia es el aceite de uso doméstico. El mal manejo de este desecho, es decir, verterlo por el desagüe al terminar de freír los alimentos acarrea consecuencias negativas a pequeña y gran escala. La mayor y más importante de sus consecuencias es que un solo litro de aceite de cocina es capaz de contaminar mil litros de agua. Cada  gota de aceite que vertemos en el lavaplatos contribuye a la destrucción del equilibrio vital del ecosistema al que pertenecemos. Si el aceite llega a los ríos incrementa su carga orgánica contaminante, llegando a formar capas en la superficie del agua que impiden el paso del oxígeno, y con ello, el desarrollo de la vida acuática. Además, antes de llegar a los ríos genera varios daños en los sistemas de desagüe. El aceite va obstruyendo y dañando las rejillas y tuberías, lo cual aumenta la necesidad de realizar mantenimientos y de reemplazar piezas con mayor frecuencia. Los sistemas de recuperación y tratamiento de aguas residuales también se ven afectados en gran manera, incrementando también los costos de mantenimiento y reparación de los mismos. En su trayecto de contaminación el aceite produce malos olores y contribuye a la reproducción de ratas y cucarachas.

          Todos esos daños que genera el aceite de desecho se pueden evitar de diversas formas, desde su recolección en un envase para disponerlo como desecho sólido en la basura hasta el reciclaje a nivel personal, comunal o industrial. A nivel industrial el aceite puede ser transformado en biodiesel o utilizado en la elaboración de barnices, pinturas, velas, detergentes, ceras, jabones, etc. A escala comunal se pueden desarrollar proyectos de recolección y reciclaje del aceite de desecho, y reciclarlo a un nivel semi-industrial o artesanal según la organización de la comunidad. A nivel personal se pueden realizar productos artesanales y ecológicos como la elaboración de jabones con soda cáustica o lejía.

            Te invito a tomar parte en la concientización de la disposición de los desechos que producimos. Observa, investiga, reflexiona, comparte y actúa, en las manos de cada uno de nosotros esta la posibilidad del cambio de la sociedad. Para empezar solo tienes que agarrar una botella usada y en vez de tirarla a la basura ponla en tu cocina, cada vez que cocines y queden restos de aceite en la sartén, deja que se enfríe y luego lo pones en la botella. Al llenarse puedes llevarlo al punto de recolección más cercano a ti. 

            Si además de adoptar esta práctica ecológica, y compartirla con tus amigos, quieres ir un poco más allá y hacer más para colaborar tienes varias alternativas. Puedes empezar a fabricar tus propios jabones de reciclaje, no hay muchos cursos en nuestro país pero internet es un buen aliado para el autodidacta. También puedes participar en campañas de recolección como esta, y así donar tus potes de aceite de desecho, con los que se realizarán jabones biodegradables y de bajo costo, para seguir impulsando la consciencia ecológica en nuestro país.

           Empieza a recolectar tu aceite usado, cuéntales a tus vecinos, familiares y amigos, podrás llevarlo a los sitios de recolección fijos y los que se dispongan para ello en los eventos y actividades ecológicas que se realizan en tu ciudad. Hagamos de la comunidad virtual una herramienta de crecimiento que nos ayude a hacer cambios en la comunidad real.

           Si quieres involucrarte y colaborar más con esta campaña muchas ayudas son bienvenidas, comunícate al correo kaminodeestrellas@gmail.com, estaremos agradecidos.


kAlia Izquierdo

No hay comentarios:

Publicar un comentario